martes, 6 de noviembre de 2007

Miranda Regresa... Enhorabuena!

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Jorge Reyes, Ricardo Gonzalez y Luis Alberto Lamata.

Luego de aquella terrible y frustrante experiencia vivida el año pasado ("Miranda" de Diego Risquez, Venezuela 2006), sin lugar a dudas, la peor pelicula del cine venezolano, me parece una idea muy feliz de la Villa del Cine tratar de quitarnos ese mal sabor de boca. El Resultado no podria ser mejor... "Miranda Regresa" gracias a Luis Alberto Lamata!

Recomendaba esta pelicula antes de verla, sabia que de Lamata nada malo podìa salir... y estoy feliz porque mi intuiciòn no ha fallado.

Quisiera encontrar un defecto para no hablar de obra perfecta, pero me temo que tendrè que verla unas cuantas veces màs para lograrlo. La realizaciòn es soberbia, conmovedora, arruga el corazòn en muchas ocasiones y nos hace amar màs a Venezuela. La mùsica (que incluye pinceladas de nuestro "Gloria al Bravo Pueblo") sin lugar a dudas motiva a ello, pero lo mejor de todo es que ... ¡se escucha! ¿Dònde ha estado este Director de Sonido todo este tiempo? La Direcciòn de Fotografìa soberbia, y Arte y Vestuario, co-protagonistas de todo filme de època encantan la pantalla sin opacar a los actores. El Diseño de Producciòn impecable... ¿Y el casting?

Nuevamente actores de lujo venidos del teatro y la televisiòn, pero a diferencia de la anterior "Miranda" esta vez bien dirigidos. Para Luis Abreu, mi Oscar como Actor de Reparto. Hector Palma en el papel de Bolìvar, una autèntica revelaciòn. Y Jorge Reyes como Miranda... ¡ni hablar!

Entre las tantas cosas que agradecerle a Lamata està el buen tino para escogerle como el Generalìsimo Francisco de Miranda. Sin lugar a dudas, una actuaciòn para quitarse el sombrero y aplaudirle de pie (como sucediò en la Premiere): Travieso como Adolescente, Fèrreo y Sensual como Guerrero, Sabio y Tenaz en el ocaso.

El dìa que vi Miranda (05 de Noviembre de 2007), previo foro con los involucrados (simpatìa, inteligencia, humildad y honestidad) no lo podrè olvidar nunca, y eso es algo que siempre, siempre... sabrè agradecer!

(Dios que intenso me puse!)

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